sábado, 5 de diciembre de 2015

Actividades

Monólogo


La miss me pidió que escriba esto. En verdad no sé por dónde empezar ¿Un monólogo? lo único que se me ocurre es pensar en el monólogo de Segismundo de la vida es sueño. No sé qué estoy escribiendo y en verdad no me puedo concentrar. La vida es sueño, la vida es sueño me hace acordar al poema que escribí ayer para mi caligrama ¿por qué me hace acordar? ni yo entiendo, porque escribí sobre la muerte. La muerte…qué pensará la miss cuando lea eso, se va asustar que me interese y me guste escribir sobre ese tema. No aguanto el dolor de cabeza en lo único que pienso ahorita es en hacer deporte. Odio estar sentada tanto rato. Desde el sábado que leí incontables poemas no puedo parar de pensar, reflexionar. Pensar…¿qué es pensar? Me encantaría conocer esa palabra. Pero, ¿ves? sigo pensando. A veces no soporto a mi cabeza cuando no para de imaginarse cosas y confundirme con mis ideas cada vez más y más. Quiero estar echada en la arena ahorita. No entiendo por qué ladra tanto mi perro, ay mi perro…el sábado casi me muero porque de un momento a otro no podía caminar. No sé qué le pasó y la veterinaria nos contó que se había caído el viernes cuando se lo llevaron a bañar. Quiero bañarme ahorita, me muero de calor y este uniforme…gris, verde, aj no me siento única. Muevo la cabeza porque en verdad estar en la misma posición todo el día no es que me guste mucho. Me encanta como suenan las teclas al escribir esto. ¿Escribir? ni yo sé que estoy escribiendo. No me puedo concentrar, escucho la voz de la miss Ceci hablando en una reunión sobre los permisos al baño. ¡Qué risa! justo hoy he pedido permiso todo el día para ir al baño porque tomé demasiada agua. Aj ni siquiera entiendo por qué me da risa. No tengo ganas de reírme ahorita porque estoy cansada. Esta pared blanca de al frente mío me está hartando. Crea un reflejo que hace que me quede en blanco. Las manos en los lockers de al frente y mi salón del año pasado. Me voy a parar porque…ay ya me olvidé qué iba a poner. Voy a leer todo lo que he escrito ahorita para ver si se me ocurre algo más. Está pasando la miss Georgina justo ahorita y saludó a la chica que limpia los baños. Sonreí y me estoy aguantado la risa, me acorde lo que me paso el año pasado con ella. Estaba en el baño y Paula me estaba acompañando, me distraje porque rafa me está hablando. Esta al costado haciendo un examen de matemática creo, aj cómo odio ese curso. Estoy segura que mi cabeza no sirve para eso. Siempre intento buscarle un sentido a las cosas e interpretarlas pero sinceramente, ¿los números? aj no entiendo enserio para que sirven. Simplemente no me gustan, me da dolor de cabeza solo pensar que mañana tengo examen. No sé qué hago escribiendo esto, tengo ganas de escribir un poema. Últimamente cada vez que me aburro, escribo. Pero aj ¡cuánto odio que no estés abuelo! Para que leas todo lo que hago, te rías conmigo y te me quedes mirando sonriendo. Que me digas que te hago muy feliz siempre pero “tú sabes” y los dos responderíamos en coro “siempre se puede más”. Te extraño, cada vez más que nunca y no me gusta que mi amor a las letras haya crecido últimamente cuando ya no estés. No sabes las ganas que tengo de hablar contigo. La miss Georgina regresó, qué estará haciendo que camina por todos lados. Estoy empezando a tener frio, alguien abrió la puerta y está entrando un viento horrible. Quiero mi chompa, nadie sabe dónde estará. Ya me acordé, la deje en la mesa al costado del kiosko pero obvio no voy a ir hasta allá a recogerla. A parte si voy, me voy a encontrar con mi mamá y con las tías que están en el kiosko y conociéndome me voy a distraer. Estoy haciendo sonidos con mi boca, creo que tener frenillo no es tan malo después de todo. Esto me hace acordar a cuando era chiquita y me encantaba enseñarle mi descubrimiento de hacer la “r” con la lengua en el cachete a todo el mundo. Me quede sentada como dos minutos. Mo nó lo go, no me deja tranquila esa palabra en mi cabeza. 









Caligrama





























¿te asustarías si te digo que no quiero ser feliz?

¿que me aterra no sentir mi tristeza?

lo supe desde aquel momento.

lo supe por la forma en la que esa “nada”

me hacía hervir la sangre hasta sentirme

totalmente inerme en mis pensamientos,

supe que quería morirme.



quizás, ya estaría muerta

quizás aquellas caídas

a las fantasmales siluetas,

habían tomado conciencia en mí

quizás la muerte es así,

sentirte vacía.



ese hermoso, pero aún borroso recuerdo

penetra en mi retina al pensarlo.

ya no sé si te pienso,

o si ese miedo por el hoy,

que ayer fue mañana

acabaría tal vez.



y es que a veces,

a veces solo quisiera escapar

desaparecernos, desaparecerlo todo

y, escapar por fin, por un segundo

de este encierro.



no diré más,

lo que sentía entonces,

ya no era humanamente descriptible



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